viernes, 24 de diciembre de 2010

MERRY CHRISTMAS

Me estoy adueñando del blog, pero es que vivo con una pandilla de vagos que no es seria… ¿Y qué tengo que contar? Nuestra última fiesta de este año, yo creo que es necesario. Era un miércoles más, aunque ya corrían rumores de algo de ingesta de alcohol en una cena de Navidad cortesía de nuestras vecinas del 1ºD (¡¡gracias!!).

Mientras la chantadina seguía con sus dudas sobre salir o no debido a los virus que recorrían su cuerpo, y teniendo que contar aún con la aprobación de Mami por el que recorrían más virus aún, Sandralín y yo nos íbamos preparando, hasta que escuchamos una jóvenes voces en el rellano, que nos hicieron a las tres abalanzarnos sobre la mirilla de la puerta en busca de nuestro querido y atractivo vecino del 5ºC, reconocerlo, estábamos como adolescentes sin cerebro alteradas ante Justin Bieber, y para colmo de males, y mayores risas, no nos percatamos hasta pasado un rato de que la puerta estaba medianamente abierta (¡hay que aprender a cerrar la puerta Norberto!).

Después de este espectáculo lamentable, la de Vigo, Norber y yo, y dejando a Mamá en casa, nos dirigimos al 1ºD. Allí nos esperaban presentaciones y sobre todo mucha comida, y por supuesto mucho alcohol, es más, potas llenas de alcohol. Después de pececitos, tostadas de paté y embutido vario, macarrones (¡pero qué macarrones! Nada de cocerlos, tomate y listo) y tarta, comenzó la Oca borracha, ¿qué si no? Y ya sabéis, chistes, normas, ganas de ir a mear, de nuevo mucho alcohol y algún que otro chupito.

Ding dong, ¿quién será? ¡¿quién si no?! Un vecino indignado amenazando con llamar a la policía por culpa de nuestro jaleo, pero el jaleo que hacíamos era mínimo, lo que quería era joder una fiesta a la que no había sido invitado, su verdadero motivo de enfado…

¿Y qué es un miércoles sin ir al Cabaña? Ni es miércoles ni es nada, así que allí nos dirigimos, unas cañitas y música en directo. Tras esto, apetecía bailar, así que siguiendo una música que se oía a lo lejos, llegamos hasta el Cubo de rubik, o algo por el estilo, donde la gente se fue dando de baja entre bailes, risas, gritos de “¡Miraaaa es Draco Malfoy!”, Bailaches Carolina y alguna conga.

Pero ya era hora de ir para casa así que dicho y hecho, aún nos quedaban las últimas risas y estados y actualizaciones de tablones sin mucho sentido, con las toses de los dos chantadinos de fondo, se non morreron desta

¿Y ahora qué? Pues eso, echar de menos todas estas cosas, intentar sobrevivir sin la locura de las 10pm y estud… Bueno da igual, pasároslo bien, y emborracharos mucho ;)

viernes, 17 de diciembre de 2010

All I want for Christmas are you!

Tras un largo puente y alguna que otra borrachera, era hora de ir actualizando, las 12 de la mañana me ha parecido una buena hora, aquí una solo madruga por culpa de la resaca, aunque no deja de intentarlo. Una semana de dos días no dio para excesivas anécdotas aunque algún bocadillo de calamares se dejó caer. Pero esta semana, a lo mejor era que nos echábamos de menos, pero las tonterías varias han recorrido con fuerza nuestras venas.

Las 10 de la noche es una hora crítica en este hogar, las hormonas se alteran más de lo normal, la estupidez se acentúa y los dobles sentidos se vuelven inevitables. Por su culpa se llegan a nuevos términos como mamá para llamar a Chantada o mami para llamar a… en fin… lo voy a dejar que bastante percal es ya, aunque toda la culpa ha sido de la chantadita que llega a las conversaciones con retraso. Además se dejaron ver discusiones por quien se quedaba 10 céntimos que se convertían en una moneda ninja colándose por cualquier rincón y dejándose suspendidas en los marcos de la puerta. A lo mejor es tanta tontería la que además eleva nuestra vagancia a la máxima potencia para cenar palomitas…

Pero después de cenas rancias y sin sentido, ayer por fin cenamos lo más decente a lo que podremos optar en mucho tiempo. Hicimos una cena de Navidad con unos entrantes basados en choricillos varios, queso y tortilla que estaba buenísima Sandralín, di que sí ¡coño! Para adentrarnos en filetes y patatas fritas cuya elaboración nos dejó frases como “esa patata es de hace dos sartenes” y capas de grasa sin sentido. Todo esto acompañado de un viñao que desembocaría en el postre, tarta de galleta y chocolate cortesía de Sara y Cris. Después empezaron a correr litros de sangría, ginebra o licor café, y se amenizó la noche con el Psiquiatra, la Oca borracha o el clásico entre los clásicos, el Yo nunca. Y ya era hora de salir a perrear en mejores y peores condiciones, porque Piñi iba bien animado el cabrón, bien complementadas con nuestros gorros de Mama Noel. Y ya sabéis, se pide Mi niña bonita para perrear a gusto y quien quiere chupitos pudiendo tomar unos cubatas por si acaso no íbamos bien a tono.

Da gusto volver a casa y encontrar que Sandralín te ha dejado una nota en la puerta con todo tipo de explicaciones para Norber, saludos para la chantadita y para mi, aclaraciones para Piñi y algún que otro Feliz Navidad. Tras hablar o rajar un poco más, no lo recuerdo muy bien, con la chantadina y Norber, parecía que la noche se iba a acabar pero aún quedaban conversaciones en el pasillo, gracias a la que me di cuenta que Piñi no estaba en casa, golpes en la pared porque no se que estarían haciendo Norber y Sandralín en la habitación pero no se callaban, y visitas de la chantadita a mi habitación para dar las buenas noches.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Si quieres una noche feliz, emborráchate.

Semana repletita esta última, que se iniciaba con un examen de anatomía. Mientras la chantadina y Sandralín esperan su aprobado, yo doy por hecho otro catastrófico resultado, fruto de empezar a estudiar bien entrada la misma madrugada, pero que al menos me dejó un nuevo descubrimiento, el redbull de mercadona, el mejor sin duda alguna, probadlo.

Así que había que celebrar o ahogar las penas con unas cañas, y qué mejor manera que viendo el Barça - Madrid, sí, ese partido que acabó 5-0, que sí, ese en el que el Barça se folló a un tal Real Madrid, ¡sí! ese en el que un pivón para callar bocas enseñó una manita. Esto nos dejó las primeras anécdotas de la semana, además de un primer contacto con esa sensación de afectación etílica. Y fue un facha el que mostró su falta de neuronas dedicando graves insultos contra los jugadores del Barça como “¡Valdés, catalán!” (a mi me llaman madrileña y ruedan cabezas ¡vamos!) y que intentó vacilarnos no dejándonos ver la televisión que teníamos en frente, para que nos retorciéramos a ver la que teníamos detrás, pero obviamente, entre las contestaciones bordes de Sandralín y nuestras risas en su cara, nos resbalaron mucho sus intenciones, y más que nos reíamos según iban cayendo los goles. Daba gusto ver como los madridistas tapaban sus camisetas que habían enseñado con orgullo cuando entraban en el bar. La noche acabó con una visita al Burger King y una demostración de nuestro arte jugando a las palas que traía el diverking.

El día siguiente empezó con Sandralín trayendo la Navidad a nuestro hogar. Aprovechamos un cono robado en uno de los tantos jueves anteriores, para pintarlo de verde y convertirlo en nuestro árbol de navidad. Además se pueden encontrar varios regalos a sus pies, Piñi se decanta por el Wi-fi, pero yo prefiero la caja de Estrellitas.

Y entonces llegó la noche en la que nos dejamos las gargantas jugando al Ultrastar. Yo debería estar estudiando en ese momento, pero un pequeño imprevisto que contaré más adelante, me hizo unirme a la fiesta de notas desafinadas. Fueron muchas las canciones que aguantaron nuestro vecinos, pero sin lugar a duda nos lucimos con “Nanananana cut awaaaay”, villancicos varios, Píntame, nos follamos Un beso y un flor y destrozamos los oídos de Piñi con El hombre del piano. Tan animada estaba la noche que Sandralín reclamaba unos chupitos, pero la convencimos para esperar al día siguiente. ¿Y cuál fue mi imprevisto? Digamos que pensar en un momento dado que noviembre tenía 31 días, me llevo a querer estudiar un examen que ya había sido la mañana anterior.

Y llegó otro jueves más, e iniciamos nuestro vicio al juego de "La oca borracha" que Piñi y Sandralín habían fabricado con mucho acierto. Entre bailes de La Macarena, marcianitos y muchos tragos, se escucharon frases como “Pigimon digievoluciona en latinlovergreimon”, “Beben los que tienen novio, si es que las desgracias nunca vienen solas”, se acuñaron nuevos términos como "Chantada macho" y se entonaron villancicos del estilo “En el portal de Belén, Piñi se saca la chorba, y María y San José se asustan de la anaconda.” Y todo esto antes de salir de casa, porque después se vieron muchas fichas con mayor y menor éxito, los temazos de jueves tras jueves y muchos golpes que esta mañana se hacían notar en forma de chichón.